The Callisto Protocol

Fantasía de horror The Callisto Protocol está creado a partir de Dead Space: los espacios cerrados de una lejana estación espacial están llenos de biofagos: zombis que cambian dinámicamente de forma, a los que solo se puede vencer desmembrandolos en un combate cercano impredecible. Adaptando un escaso arsenal, el protagonista Jacob Lee intentará sobrevivir en este lugar hostil y escapar de él. Los desarrolladores han reinterpretado los hallazgos exitosos de Dead Space de tal manera que The Callisto Protocol se ha convertido en un proyecto único en su propio universo, y no en una secuela espiritual, aportando nuevas ideas.

Se puede caracterizar a The Callisto Protocol como un shooter en espacios cerrados:

A diferencia del protagonista lento y torpe, los enemigos son ágiles, resistentes y atacan al instante. Por eso, el combate utiliza una alternancia de fases: esquivar ataques, una serie de golpes contundentes con un garrote al enemigo, pasar a bloquear o esquivar, y así hasta que el enemigo se quede sin puntos de vida.

Hay que golpear fuerte y preciso: el biofago no morirá solo por perder extremidades, sino que mutará a una forma más fuerte y habrá que rematarlo con fuego. Pistolas, escopetas, ametralladoras: eso es todo el armamento. Es útil, se puede mejorar, pero debido a la falta de munición "como en los shooters" no se puede disparar a lo loco.

Con el guante de fuerza se puede desprender a los biofagos, atraerlos hacia uno para golpearlos o lanzarlos al entorno del juego (espinas, piedras de molino, abismos). También facilita el problemático auto-blindaje de objetivos, lo que no permite cambiar rápidamente entre enemigos en combate cercano o abrirse paso hacia el más peligroso.

Un futuro no muy lejano. Debido a una catástrofe tecnológica en la Tierra, la humanidad se ha asentado más allá de sus límites. Para el año 2320, se han establecido colonias en las lunas de Júpiter, y una de ellas, Calisto, se utiliza como una prisión de máxima seguridad. Un lugar silencioso, donde el prisionero desaparece para siempre, rápidamente fue tomado por personas con planes de largo alcance.

Justo aquí, por una serie de circunstancias, el protagonista es llevado, pero el juego no se centra en los calabozos y cambia de ubicación cada 1.5-2 horas: talleres industriales, hidroponía, laboratorios secretos e incluso la superficie de Calisto.

Sin embargo, el mundo sufre de un diseño primitivo de las ubicaciones. Los niveles estrechos y en forma de pasillo están pegados entre sí a través de ventilaciones o grietas en las paredes. No hay arenas, escondites o retrocesos. Todas las ubicaciones están rodeadas por una pared invisible, y el entorno interactivo solo se manifiesta donde es posible.

Aun así, los niveles en sí lucen excelentes y son una parte visual de la narrativa. No se puede confundir la cámara de tortura con el consultorio médico o el laboratorio debido a la diferencia en los interiores. Los artistas han llenado cada sección con objetos funcionales, elementos temáticos y otra decoración, esforzándose por no repetirse.

The Callisto Protocol sumerge inmediatamente al jugador en el meollo de los acontecimientos, el inicio intriga por su ambigüedad y genera decenas de preguntas. Pero después del primer capítulo, la narrativa desaparecerá casi hasta el final, donde los guionistas revelarán todas las cartas a un ritmo acelerado. Notas, mensajes de audio y video, grafitis en las paredes y otras explicaciones habituales del horror han dado paso al lore en guías especiales.

La progresión del juego es la única misión principal y narrativa, no hay historias secundarias de personajes aliados ni tareas adicionales. La presentación y el guion son simples y lineales, no sin clichés y giros de trama banales, y la trama se asemeja a Dead Space (experimentos en humanos, conspiración de un culto secreto, extraterrestres). Hay pocos personajes tanto en número como en tiempo en pantalla, pero al menos interactúan de manera viva con el héroe, están motivados y cumplen honestamente su tiempo.

El juego en solitario es estándar en todos los aspectos. Nos abrimos camino hacia adelante; lidiamos con los enemigos, utilizando todas las posibilidades del combate; recolectamos recursos y botiquines; mejoramos armas y atributos del personaje; fabricamos consumibles, como balas y baterías para el guante. No se puede omitir el desarrollo — la variabilidad y dificultad de los biofagos aumentan a medida que avanzamos, obligándonos a cambiar la táctica de combate con ellos. El inventario es limitado, lo que estimula aún más el desarrollo aquí y ahora.

La supervivencia solo se manifiesta en la dificultad más alta debido a la constante escasez de recursos. Hay menos horror, en gran parte debido a una atmósfera opresiva, pero no aterradora, y a los primitivos y monótonos sustos, basados en el hecho de que los enemigos intentan aferrarse al jugador en molestos momentos de QTE. Sin embargo, de vez en cuando, la puesta en escena ofrece momentos de acción espectaculares: un desastre de un transbordador espacial, un descenso rápido por el alcantarillado, una caída en la incertidumbre, etc. El juego reproduce bien las viejas sensaciones en nuevas condiciones.