Hoy en día, incluso el smartphone menos potente es comparable a una consola de juegos de la última década. En ellos puedes jugar cómodamente a muchos juegos, incluidos los cooperativos, gracias al uso generalizado de la tecnología inalámbrica Wi-Fi.
Debido a esto, los teléfonos inteligentes incluso han introducido consolas portátiles en el mercado. Y la competencia no hace más que ganar impulso.