Una imagen estilizada no es sólo una forma de autoexpresión para los desarrolladores de juegos, sino también una forma de ahorrar recursos significativamente. No todos los estudios pueden permitirse un motor caro y modelos súper realistas.
Al final, los gráficos son sólo una envoltura, mientras que la jugabilidad en un entorno de dibujos animados puede ser bastante dura.