Crusader Kings 3

Crusader Kings 3 — la continuación de la serie de estrategias globales de Paradox sobre la Edad Media. En su creación se tomaron en cuenta las costumbres y normas históricamente precisas de los pueblos que vivieron desde el siglo IX hasta el XV, pero con una dosis de conceptos modernos sobre el mundo, como la igualdad y la tolerancia.

Durante 600 años, el jugador gestiona una dinastía de gobernantes del estado elegido y a través de ellos puede hacer realidad cualquier fantasía que pueda imaginar. Todo gracias a la amplia componente RPG, que incluye relaciones con familiares, matrimonio y herencia, intrigas y traiciones, diplomacia y comercio.

El mapa de Crusader Kings 3 es similar al mapa de la segunda parte con todos los DLC, pero es más grande y comienza en la costa este del océano Atlántico, terminando en Siberia e India. En el lanzamiento se incluyó toda Europa y la parte suroeste de Rusia, territorios de Asia hasta Mongolia y Bengala, y la parte norte de África. Con el tiempo, se añadieron nuevas regiones al juego.

El mapa refleja la situación política, cultural y religiosa actual, que cambia dinámicamente con el tiempo, sin la intervención del jugador. Es necesario consultar regularmente la situación y ajustar los planes. Así, un feudal débil puede, a través de un matrimonio exitoso o diplomacia, caer bajo el ala de un poderoso imperio, después de lo cual será difícil deshacerse de él.

Por primera vez en la serie, aparecen las posesiones de los barones, pero la unidad indivisible del mundo del juego sigue siendo los condados, a partir de los cuales se puede jugar. La estructura de las tierras no ha cambiado: los condados pertenecen a los ducados, estos a los reinos, y por encima de los reyes están los emperadores.

En el espíritu de las grandes estrategias de Paradox, la acción de Crusader Kings 3 transcurre en un mapa global en tiempo real, y no por turnos al estilo de Total War. Sin embargo, no hay parte de RTS, con batallas de unidades y ejércitos en el mapa; las guerras se simplifican a una ventana de diálogo y la potencia de combate de los regimientos, determinada según su tipo.

La jugabilidad compleja y desafiante se basa en las mejores mecánicas de estrategias globales y juegos de rol, centrándose no solo en la expansión exterior, sino también en los asuntos internos. Dado que los eventos de CK3 abarcan 600 años, el jugador lidera toda una dinastía, y no un estado efímero, y su objetivo es sobrevivir el mayor tiempo posible, eliminando a los indeseables, creando alianzas y participando en guerras.

Cada personaje en la dinastía genera un conjunto realista de ambiciones y parámetros, así como un carácter, que siguen hasta el final de su vida. La gestión de la vida personal del gobernante y sus descendientes es un aspecto importante de la jugabilidad, el jugador lleva a cabo una especie de selección, decidiendo a quién casar y quién heredará el trono, y después de la muerte repite el ciclo con sus descendientes.

Cuanto más altos sean los indicadores de la generación actual, mejor será la genética de la siguiente y más logros alcanzará. Por ejemplo, la hija del rey vecino estará más dispuesta a casarse con un príncipe guapo, lo que permitirá formar una alianza y unir dos potencias.

La interpretación de roles en CK3 se ha mejorado con la mecánica del estrés: cuando el jugador toma una decisión que contradice el carácter del personaje, el nivel de estrés de este último aumenta. Cuanto mayor sea el estrés, peor se siente el soberano: se descontrola, escandaliza, e incluso puede abandonar este mundo antes de tiempo.

El sistema de mentoría permitirá educar a un hijo ingenuo y, en el momento de asumir el trono, abrir tantas habilidades como sea posible en el estilo de vida. Lo último es una nueva mecánica presentada en cinco ramas: diplomacia, asuntos militares, administración, intriga y erudición. Cuantas más habilidades tenga el personaje en un área determinada, más fácil será llevar a cabo los planes correspondientes.

Por ejemplo, un rey guerrero podrá expandir rápidamente las fronteras del estado, pero a su sucesor debe llegar un diplomático que calme a los vecinos y firme la paz con los enemigos. Luego, puede que se necesite un rey capaz de mejorar las finanzas y fortalecer la vertical de su linaje, tras lo cual un gobernante erudito ayudará con un avance en el desarrollo científico.

Las relaciones en la dinastía son una parte importante de la jugabilidad. A menudo, la transición del poder de padre a hijo se prolonga: los parientes descontentos pueden unirse e intentar matar al legítimo heredero o conquistar su trono. La lucha por el poder también se lleva a cabo en la sombra, mediante intrigas, recopilación de compromisos o asesinatos. Todo lo mismo se puede hacer afuera, organizando operaciones secretas y enviando asesinos a los representantes de dinastías rivales.

En Crusader Kings 3 no hay una línea argumental definida que el jugador deba seguir, en la que el juego termine. En su lugar, hay un gran conjunto de situaciones aleatorias (muchas no se repiten), resolviendo las cuales el jugador crea su propia historia. Al principio, se ofrece elegir una de las seis campañas, que determinan la dificultad, el punto de inicio y la fecha de comienzo: los años 867 o 1066, en el resto todo es igual.

Se puede desarrollar el estado mediante construcción, investigación, fortalecimiento del poder, cambio de cultura y religión. Así, mucho depende de la elección entre un tipo de gobierno tribal, clánico o feudal, cada uno con sus pros y contras.

Si se desea, se puede cambiar la religión, creando una herejía propia y estableciendo características, por ejemplo, permitir el canibalismo o declarar la lujuria como un bien para el benefactor. Igualmente con la cultura: el conjunto de costumbres y tradiciones de un pueblo se puede reformar, enseñándole algo nuevo. Lo mismo es cierto en sentido inverso: al conquistar una provincia, el jugador puede imponer su religión y cultura, pero esto puede generar descontento.

El ejército ha cambiado. Ahora consiste en milicias y soldados profesionales, ambos pueden estar en diferentes ramas de las fuerzas armadas. Cuanto más altos sean los habilidades de combate de los soldados, mejor, esto abre la posibilidad de ascender a un determinado escuadrón, por ejemplo, caballeros. El jugador decide a quién contratar, lo que permite regular mejor la composición del ejército.

Si el jugador resuelve hábilmente los problemas dentro de la dinastía y desarrolla con éxito el estado, su dinastía acumula una escala de importancia, un nivel de notoriedad entre otros estados. Esto facilita la diplomacia, los matrimonios, y además los vasallos se vuelven más leales y no tienen muchas ganas de apuñalar por la espalda.

Sin embargo, CK3 es tan flexible que se puede pasar toda la partida tranquilamente en un rincón, llevando a sus feudales de caza, a fiestas y celebraciones, y desarrollándose en silencio, mientras otros organizan una carnicería.