Después de años de anticipación, Charlie Cox ha vuelto a ponerse el icónico traje de Daredevil, mientras que el inimitable Vincent D’Onofrio regresa como su archienemigo, Wilson Fisk, también conocido como Kingpin. Daredevil: Born Again es un reinicio suave de la serie de culto de Netflix, ahora bajo el estandarte de Disney. Los fans tenían muchas preocupaciones sobre la calidad final del proyecto. ¿Mantendría la Casa del Ratón el nivel necesario de oscuridad y dureza? ¿Cómo encajaría Daredevil en el Universo Cinematográfico de Marvel? ¿Deberíamos esperar chistes y referencias a She-Hulk: Attorney at Law? Estas preguntas permanecen sin respuesta por ahora, pero los primeros dos episodios están disponibles, y tenemos mucho de qué hablar.
La historia comienza después del final de la última temporada cuando la serie aún era propiedad de Netflix. Los creadores no estaban mintiendo: el reinicio es de hecho suave. Si no has visto Daredevil, podrías tener dificultades para seguir quién es quién. Sin embargo, la trama rápidamente—aunque no de manera fluida—separa a Matt Murdock y sus aliados en caminos distintos, llevando a un salto temporal de un año.
Reconectamos con el mejor abogado de Hell’s Kitchen mientras lucha por reconstruir su vida destrozada y volver a su práctica legal. Sí, como podrías haber adivinado, la serie comienza con tragedia. Pero la paz relativa no dura mucho: Wilson Fisk está de vuelta en el juego con una nueva agenda. Aunque el personaje sigue siendo fundamentalmente el mismo, ha ganado nueva profundidad. El objetivo de Kingpin ya no es solo el dominio sobre el inframundo criminal: ahora tiene aspiraciones aún más ambiciosas: quiere convertirse en el alcalde de la ciudad de Nueva York. Sorprendentemente, sus intenciones incluyen genuinamente mejorar la vida de las personas comunes.
Matt, por otro lado, ha renunciado por completo a su persona de vigilante, negándose a usar la máscara durante un tiempo. Esto añade una dinámica fresca a la historia. El conflicto inicial se desarrolla principalmente a través de intrigas políticas y maniobras legales, un nivel de seriedad raramente visto en producciones de Marvel.
Los primeros episodios son pesados en exposición. Las piezas se están colocando lentamente en el tablero de ajedrez, y los jugadores están tomando sus posiciones. A diferencia de la mayoría de las series recientes de Disney, los creadores no fueron apresurados. No hay intento de meter diez horas de narración en tres a cinco episodios. Como resultado, el ritmo es deliberado, pero esto beneficia la atmósfera.
La tensión se construye gradualmente. Matt y Fisk incluso se encuentran cara a cara en un entorno sorprendentemente calmado. Los fans apreciarán un guiño a Echo—la hija adoptiva de Kingpin—pero la controvertida superheroína apenas se menciona. Aquellos preocupados por la aparición de Murdock en el debacle de She-Hulk y su relación implícita con la abogada verde pueden respirar tranquilos. Matt tiene un nuevo interés amoroso, una psicóloga, y los eventos de She-Hulk son ignorados como si nunca hubieran sucedido. No está claro si esto seguirá siendo así, pero dado el tono del programa, no hay espacio para abogados moviendo el trasero aquí.
El elenco de apoyo también ha crecido. Matt ahora es ayudado por un exfiscal que ocupa el lugar de sus dos colegas anteriores. Desafortunadamente, hasta ahora hay poca química entre los personajes, pero esperamos que esto cambie con el tiempo.
Charlie Cox una vez más retrata de manera convincente la dualidad de Matt Murdock. Su Matt es un hombre desgarrado entre sus principios y la dura realidad que lo rodea. Es carismático pero vulnerable, lo que lo hace sentir real y cautivador.
Vincent D’Onofrio reafirma que es la elección perfecta para Fisk. Su Kingpin es más que un simple jefe del crimen; es un maestro estratega y manipulador que puede infundir miedo con una sola mirada. Ahora cargado con luchas personales, Fisk es menos un villano directo y más un antiheroé completamente realizado cuya historia evoluciona con cada episodio.
Una de las preguntas más grandes antes del lanzamiento era si la nueva serie mantendría la estética oscura del original. Afortunadamente, los creadores han adoptado un estilo visual realista, y el rodaje en las calles de Nueva York agrega autenticidad. La interacción de luz y sombra crea una atmósfera tensa, a veces similar al noir, destacando la dualidad de los mundos de Matt Murdock y Wilson Fisk. La representación de Nueva York en el programa sigue siendo implacable: una ciudad que no tolera la debilidad, donde cada callejón oscuro esconde peligro.
El nuevo traje de Daredevil aún no se ha revelado, pero no hay duda de que el Diablo renacerá en uno de los próximos episodios.
Daredevil siempre ha sido conocido por sus secuencias de lucha, que evitan el espectáculo CGI en favor del realismo brutal. Born Again continúa esta tradición. El primer episodio ya presenta una escena de pelea de una sola toma que es dinámica, intensa y visceral. Cada golpe tiene peso, cada respiración es laboriosa y el agotamiento es palpable. La coordinación de acrobacias es de primer nivel.
La cinematografía también merece elogios: la cámara no teme sumergirse en la acción, siguiendo a los personajes a través de pasillos estrechos y peleas caóticas en la calle, haciendo que cada pelea se sienta inmersiva.
***
Los primeros episodios de Daredevil: Born Again dejan una impresión altamente positiva. Esta sigue siendo una historia sobre un hombre que, a pesar de sus debilidades, está listo para enfrentarse a la injusticia. Los creadores han preservado la atmósfera, profundizado los personajes e introducido nuevos conflictos sin romper la base establecida. Es demasiado pronto para decir si esta temporada alcanzará las alturas del original, pero el comienzo es más que prometedor. Si Marvel puede mantener este equilibrio a lo largo de la serie, podríamos estar presenciando uno de los mejores regresos de superhéroes a la televisión en años.