Un detective como debería ser un detective. Eres una aseguradora e investigas lo que pasó en un barco fantasma. Caminas, miras, escuchas, intentas entender quién es quién y qué es, dónde, cuándo. A pesar de que el final del juego parece consistir en adivinar más que en deducir, hay suficiente información en el juego para identificar a todos y a todo sin ambigüedades. Pero para ello es necesario fijarse en los pequeños detalles y darse cuenta de dónde y qué mirar, lo cual se complica con los gráficos monocromáticos. Pero el juego sigue siendo una joya única y definitivamente valiosa.