Metro Exodus está lleno de contradicciones. En primer lugar, es definitivamente diferente a los dos juegos anteriores de la franquicia. Lleva a Metro de ambientes claustrofóbicos a un mundo semiabierto. No es tan sucio, violento o atmosférico como lo era antes, pero sigue siendo memorable. Por otro lado, hay momentos en los que no hay duda: este es el antiguo Metro, que aún puede resultar aterrador y atmosférico. Los enemigos no son tan terribles como los mutantes. Por ejemplo, la parte del juego en el desierto se parece más a Rage que a Metro, pero las etapas finales para encontrar la cura son aterradoras y alucinantes al mismo tiempo. El mundo creado es hermoso y peligroso. Los túneles y algunos de los interiores pueden parecerse más a Last Light, pero las vistas son increíbles, realment… Leer completo