Diálogos estúpidos y primitivos, gráficos mediocres y anticuados. Falta de variedad entre modelos de juego (monstruos, etc.). Modelo físico indistinto, disparando como si apuntara a sacos de heno. Jugabilidad monótona. La falta de lógica de la trama, el personaje principal inarticulado que a veces resulta cómico en su abstracción de la trama, que, por cierto, también está dispersa y mal conectada. La fabricación de un arma no afecta el comportamiento del arma.