Metro Exodus está lleno de contradicciones. En primer lugar, es definitivamente diferente a los dos juegos anteriores de la franquicia. Lleva a Metro de ambientes claustrofóbicos a un mundo semiabierto. No es tan sucio, violento o atmosférico como lo era antes, pero sigue siendo memorable. Por otro lado, hay momentos en los que no hay duda: este es el antiguo Metro, que aún puede resultar aterrador y atmosférico. Los enemigos no son tan terribles como los mutantes. Por ejemplo, la parte del juego en el desierto se parece más a Rage que a Metro, pero las etapas finales para encontrar la cura son aterradoras y alucinantes al mismo tiempo. El mundo creado es hermoso y peligroso. Los túneles y algunos de los interiores pueden parecerse más a Last Light, pero las vistas son increíbles, realmente excepcionales. La diversidad de paisajes es admirable. A lo largo del juego podrás experimentar cuatro temporadas, diferentes perspectivas, como varios juegos diferentes. Los requisitos del sistema son bastante altos, pero no todo es tan malo como dicen. El silencioso protagonista está más irritable que antes. Puede hablar durante las descargas (que, por cierto, son demasiado largas), pero no con su esposa ni con sus compañeros. Con tanta narración, el juego necesita tener múltiples opciones de diálogo. Otro problema molesto es el sistema moral que afecta al final.
Volviendo a los beneficios, la campaña tiene una duración realmente razonable, muchas misiones son interesantes, la elaboración es fácil y no molesta, el taller y la mecánica de las armas están bien hechos. Los tiroteos son satisfactorios. El juego en sí es bastante difícil. Las últimas etapas fueron increíbles (es decir, aterradoras) y conmovedoras para mí, que es lo que esperaba. No me importa la exclusividad de Denuvo o Epic, revisé el juego, no la política de nadie, y este es un shooter sólido con una campaña interesante.