El juego se desarrolla en el mundo mágico de Faeo, devastado por una larga guerra entre los humanos y la raza Magmar. La continuación del conflicto condujo a la destrucción del tejido de la realidad y a la invasión de los demonios del Caos.
Para salvar a Faeo, la diosa Sheara (la dueña de los dragones y sucesora del antiguo dios de la justicia A'Aron) creó dos dragones que encarnaban la energía de las razas en guerra: el blanco, Erifarius, y el rojo, Striagorn. En cada luna nueva, cuando las fuerzas del Caos son más fuertes, los dragones lideran ejércitos de cientos de los mejores guerreros de humanos y magmares y convergen en la batalla. El dragón victorioso toma la energía del derrotado y las fuerzas de las dos razas separadas se unen para repeler el ataque del Caos.