Hellblade, en primer lugar, es una historia muy atmosférica que nos habla de una niña guerrera con enfermedad mental, Seuna.
El juego tiene gráficos asombrosos, hermosos paisajes y efectos visuales.
El juego se puede dividir en tres (dos) partes: batallas, resolución de acertijos y, a veces, un simulador de caminata en el que te ciñes a un hermoso entorno. Las batallas, en mi opinión, fluyen de manera interesante (llamémoslas el principio de “piedra, papel, tijera” o “esquivar-bloque-golpe-perforar”) y se ven hermosas (épicas), hay jefes, cada uno de los cuales requiere su propio acercarse. Todos los acertijos son de naturaleza visual y requieren que el jugador, por ejemplo, "construya" un puente mirándolo desde un ángulo determinado, especialmente a menudo hay puertas que se abren si encuentra un determinado símbolo en el entorno (haciendo coincidirlo); del medio ambiente), lo cual es genial al principio, pero al final puede resultar agotador.
Hermosa música. Componente de sonido muy atmosférico, recomiendo jugar con auriculares porque cuando asumes el papel de una mujer mentalmente enferma atormentada por alucinaciones y muchas voces, empiezas a tener la impresión de que estas voces están en tu cabeza o que eres uno de Las “voces” de Seuna, que todavía está en silencio y observa todo desde un lado.
Puede que este no sea un juego para todos (especialmente si no te gusta una historia profunda y no quieres seguirla, o por alguna razón no te gustó el sistema de combate), pero después de terminarlo, Hellblade se convirtió en uno de los mejores juegos para mí.
P.D. "¡¡¡Posiblemente un spoiler !!!" — Cuando al final del juego el personaje principal se vuelve hacia el jugador y rompe la cuarta pared, eso no fue nada)