Uno de los mejores juegos de su época y de la industria del juego en general.
Una combinación casi perfecta entre mecánica, diseño y ejecución (teniendo en cuenta el año de producción, claro).
Los recuerdos de lo difícil que fue derribar a la primera rata topo y de cómo los guardias del antiguo campamento extorsionaron hasta el último centavo están intrincadamente entrelazados con las fugas de esqueletos y la liberación nocturna de bienes innecesarios de los NPC locales.
Además, a veces la nostalgia llega con tal fuerza que las propias manos se extienden para iniciar el viejo primer gótico, con el fin de ser transportado durante unas cuantas docenas de horas mágicas más al dolorosamente familiar y querido mundo de Myrtana, los orcos, bandidos y mineral mágico.