El juego se ha vuelto arcade, caricaturesco y una especie de farsa, lo que no impide que siga siendo tan divertido como antes. La cantidad de tipos de enemigos en el juego ha aumentado, junto con el arsenal de Doom Slayer, lo cual es una buena noticia. Y la historia, aunque no particularmente fascinante e intrigante, tiene su lugar, especialmente si lees los archivos.
8.0