Gran RPG, pero muy poca seriedad. Todos los personajes se comunican contigo como un niño, los enemigos son como los de una caricatura, los gráficos son inmaduros y todo es de alguna manera infantil.
De ahí la mínima toxicidad y la atmósfera opresiva. Por un lado es bonito, pero por otro es demasiado extraño.
Combate agradable, buen sonido, misiones interesantes y una trama entretenida.
Pero el final es directo, después, te guste o no, jugarás el DLC.
Demasiado duro a veces, especialmente cuando peleas en espacios reducidos.