Es incluso extraño que el tuning de coches llegara tan tarde a los juegos de carreras. Teniendo en cuenta que el género se originó durante las consolas de 8 y 16 bits, la aparición de esta "característica" sólo muchos años después es muy extraña.
De una forma u otra, ahora casi cualquier carrera de una forma u otra permite al jugador personalizar sus autos: pintarlos, cambiar piezas de repuesto y decorarlos con pegatinas.