Una muy buena incorporación que aporta contenido adicional al juego.
Su esencia es una trinidad de extraterrestres especialmente peligrosos y dañinos, cada uno con sus propias características, fortalezas y debilidades. A estos camaradas les gusta aparecer en los momentos más desafortunados durante las misiones ordinarias. Lo que a veces resulta molesto.
Cada uno vive en su propio territorio y, tras una cadena de misiones especiales de reconocimiento, estarán disponibles para la batalla final. Lo que es especialmente valioso es que, además de que cesa la aparición de muertos en nuestras operaciones, después del enemigo también hay un botín único. Lo que convierte a un luchador debidamente motivado en un angelito de la muerte.
El DLC es de alta calidad y bastante voluminoso. Si surge la duda de si llevarse la segunda parte, tómela.