En ese momento, Bastion no me impresionó, pero dejó su huella no solo por su hermoso arte, sino también por su narración, así como por un final bastante bueno. No puedo decir que lo jugué con gusto, pero siempre había un narrador, gracias al cual nos distraíamos del juego, que rápidamente se volvía aburrido. El transistor es casi el mismo.
En lugar de un narrador, ahora tenemos una espada parlante y la jugabilidad se ha centrado en la táctica. Mi amor por las batallas por turnos es innegable, pero desafortunadamente, aquí también se vuelven aburridas rápidamente debido al hecho de que encuentras la combinación más conveniente para ti, la parte del juego que funciona. El arte aquí es igual de bueno, no hay duda, pero nuestra espada no habla tan bellamente y no suele ser algo a lo que agarrarse. En pocas palabras, no distrae la atención de la monotonía del juego. Y fue precisamente por eso que me resistí mucho a volver al juego y quise distraerme de buena gana durante casi dos tercios del trayecto. Afortunadamente, hacia el final la trama empezó a tomar impulso.
Ese es el punto. La trama habla de la cantante silenciosa Red y del descubrimiento de su espada, así como de los robots de esperma y las intrigas que se han extendido por la ciudad. Incluso después de descubrir quién causó esto, personalmente no recibí algunas respuestas, pero bien podría haberlas adivinado basándome en lo que hay allí, ¡aunque no todas! Y ya sabes, la trama aquí es sólo una forma de mostrar la relación entre dos personajes: la heroína Red y su espada. Es bastante interesante lograr que a través del interminable monólogo del héroe comencemos a sentir simpatía por él y las pequeñas escenas de alguna manera sean recordadas a su manera. Aunque el trasfondo sigue siendo la misma rutina solo unas pocas veces antes del final, dándonos la trama.
Sólo hacia el final la trama gana impulso, las relaciones de los personajes de alguna manera se sienten más fuertes, el arte se muestra en su apogeo como en Bastion y el final... Hermoso. Eso es justo. Al momento de pasar pensé en ser un cabrón y darle 2 puntos al juego porque... La rutina no terminó del todo bien, pero el final fue muy hermoso. Incluso el giro final no es tan sorprendente, ya que le da el toque final a una hermosa imagen que sólo miraste con medio ojo.
3 de 5
Los autores todavía mantienen su encantador y extraño estilo de narración, que funciona muy bien en el final, pero la jugabilidad original se vuelve terriblemente aburrida. Es difícil decir a quién le recomendaría Transistor. Los desarrolladores podrían crear fácilmente una buena novela, pero afortunadamente entienden perfectamente lo que el jugador puede sentir si es partícipe de la historia y no un observador. Esta es una reverencia para ellos.