Quizás lo que más me gustan son los juegos lentos y basados en historias; pueden sumergirte tanto en la atmósfera del tiempo que será muy difícil salir de ella. Estos juegos suelen tratar sobre el futuro (como Death Stranding) o sobre el pasado (como, de hecho, RDR2). Nos hablan de aquellas épocas en las que no estábamos, por eso son tan adictivos. Completé RDR durante aproximadamente 70 horas y no me arrepiento ni un segundo del tiempo invertido. Definitivamente uno de los mejores juegos que he jugado.
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