Un metroidvania dibujado a mano con la mecánica de “hacer malabarismos” con el enemigo y una característica de juego única: después de un solo golpe a la fuente de fuego, la espada estalla en llamas, perforando la oscuridad y revelando habilidades espectaculares. Es necesario usar la llama con prudencia, porque demasiados enemigos pueden apagarla rápidamente e intentarán mantener al héroe en la oscuridad.