Uno de los principales títulos de carreras de la época.
La tercera parte se diferenciaba favorablemente de sus competidores no sólo por una buena imagen, física mejorada y elección de coches, sino también por la presencia de agentes de policía en las carreteras.
Es decir, además de la tarea principal de dejar a los oponentes detrás de la popa cromada, tuvimos un problema en forma de varios autos con luces intermitentes.
Y no se comportaron tranquilamente pacíficamente con gritos periódicos por el altavoz, no, la agresión era tan obvia que a veces el auto del jugador simplemente volcaba por el golpe de un siervo de la ley que iba por un ariete.