El juego es magnífico con una gran cantidad de historia. Facciones, razas, reinos. Todo es igual que en todas partes. Pero la forma en que se puede influir en el equilibrio de poder en el mundo es simplemente asombrosa. Para que entiendas, cuando empiezas el juego no eres el elegido, no eres un Dovagin. Eres simplemente un don nadie y no tienes ningún superpoder. Y cómo te desarrollarás, te balancearás, te harás rico, etc. depende sólo de ti, y aquí es donde comienza la diversión. No hay misiones en el juego. ¡Libertad total! Si quieres, sé un comerciante y corre vendiendo equipo que tú mismo hiciste o con la ayuda de tus camaradas en tu puesto de avanzada. ¿Quieres ser un drogadicto y vender en secreto "ruedas" a la mafia de la carne? ¿Quieres ser un merodeador, robar a los vencidos y venderles sus equipos como esclavos? ¿Quieres ser un gran ladrón o un legendario? luchador por la justicia o cazador de tesoros. Hay muchas posibilidades.
Al principio parecerá una especie de juego. Los gráficos apestan, la cámara es una mierda, pero luego te arrastrará más allá de tus oídos.