Con la tercera parte, los desarrolladores finalmente se suben al caballo llamado “suerte”. El juego resultante resultó extremadamente equilibrado en todos los aspectos posibles.
Tenemos una trama épica y bastante sólida, un mundo enorme y bien desarrollado, una mecánica bien pensada y pulida y una imagen de alta calidad. Y, lo más importante, una enorme cantidad de contenido. Reflexivo, variado y nunca aburrido de una misión a otra. Es este contenido, junto con la libertad de dirección y elección, lo que proporciona un enorme potencial para las horas de trabajo que se pueden dedicar al proyecto.
Ante nosotros, sin duda, hay un juego que nos dará muchas horas interesantes, y nosotros mismos elegiremos con qué llenarlas exactamente.