Uno de esos raros casos en los que transferir una serie a otro equipo de desarrollo no conduce a una rápida caída de la calidad y a una bajada del listón. El estudio británico Ninja Theory hizo un maravilloso Devil May Cry en la era moderna, donde el protagonista rebelde escucha Tech Body Music agresiva, usa botas de combate y no sale del club con menos de dos colchonetas para tener sexo.
Los desarrolladores lograron preservar la mecánica de los últimos cuatro juegos e incorporar sus propias buenas ideas (plataformas, una división equitativa entre técnicas angelicales y diabólicas). Pero, lamentablemente, el nuevo Dante no es tan hábil como el anterior. Hace un gran trabajo siendo grosero con la gente y golpeando a los monstruos, pero al mismo tiempo simplemente parece más tonto que el chico rubio que inventaron los japoneses. Que Dante siempre supo hacer una broma magistral sobre cualquier objeto de Devil May Cry, su nueva versión en esos momentos sólo puede maldecir a los jefes y mostrar el dedo medio. Este es el único aspecto negativo de DmC. En mi opinión personal, un héroe con buen sentido del humor siempre es más interesante que la versión muda, sin importar otras cualidades que tenga.
La música, la jugabilidad, los personajes (excepto Dante), incluso los niveles de dificultad son geniales aquí. ¿Qué puedo decir? Tomé el apodo y el avatar de este juego.