Una estrategia global de Paradox, más parecida a un simulador de la destrucción de todo y a todos bajo el yugo de tu gran imperio, y más parecida a un simulador de Alabama. Te permite sentirte desde un pagano del norte de Finlandia que roba a lamentables mujeres europeas hasta un verdadero emperador romano que participa en una gran cruzada. Una de las mejores mecánicas del juego es el sistema de eventos, que te permite experimentar plenamente ser el jefe de estado. Aunque el juego incluso te permite jugar como un simple vasallo, propiedad de un pequeño y cutre señorío. De lo contrario, es elección del jugador. El juego también puede presumir de que a veces mantiene al jugador en suspenso, porque si no tienes un heredero y eres dueño de un imperio mundial, ¡entonces el juego está terminado!
En conclusión, quiero decir que personalmente me fascinó este juego a primera vista y todavía lo juego hasta el día de hoy y espero el lanzamiento de la parte 3.
¡Buena suerte en tus campañas militares!