Un juego en el que realizarás el trabajo rutinario de un guardia de fronteras, dejarás entrar a ciudadanos respetables y no dejarás entrar a aquellos que no cumplan con las directivas. ¿Suena aburrido? De nada. El juego tiene un humor excelente (por ejemplo, un hombre con un pasaporte dibujado) y dilemas morales. El juego es algo similar a Beholder. Es similar en el sentido de que tienes la opción de qué hacer: seguir incondicionalmente la ley al pie de la letra o ayudar a algunas personas a cruzar la frontera y obtener menos dinero para comer y pagar el alquiler.